Descripción
Kohaku admite ante su hermana que sus recuerdos han vuelto, pero no hay mucho tiempo para conversar, pues el olor que lleva el viento advierte a Inuyasha que el misma de Naraku no está lejos. El corazón de la Manipuladora del Viento late ahora en su interior y ella es libre. No obstante, siente una gran tristeza, pues se mira sola en un momento trascendental… Sorpresivamente, Sesshomaru acude a su encuentro y fue gracias a eso que, en el instante decisivo, Kagura pudo sonreír…