Descripción
Alto cae al mar y, cuando despierta, descubre que el sacerdote del oeste, Manieri, le ha rescatado. Por otro lado, en el sur, donde se le da por desaparecido y de donde Elva no puede alejarse, este último espera a la luna nueva, la única noche en la que no aparecen las monstruosas criaturas del mar, para poder salir en busca de Alto. Cuando por fin consiguen reencontrarse, Elva descarga derramando lágrimas el estrés acumulado. Alto, al verlo así, siente que su amor hacia él rebosa desde dentro sin poder controlarlo.